Ultimo post que hago durante las vacaciones, la próxima semana ya vuelvo al ritmo normal de posts en abierto, uno cada 15 días.
Una de mis aficiones es la pesca submarina. Es una actividad que tan solo puedo realizar durante el verano ya que es cuando estoy de vacaciones, la temperatura del agua está templada y adicionalmente, hay muchos más peces en verano que en invierno.
Ahora mismo acabo de salir del agua y me ha sucedido algo que mi cabeza rápidamente ha ligado con el trading…
Como pescasub estoy muy acostumbrado a la pesca de “sargo”, es una pesca de bajada rápida y disparo rápido, también pesco otro tipo de pescado… cuando puedo… y ahí viene el motivo del artículo.
Uno de los peces mas complicados de pescar es la Dorada, el sabor es bastante parecido al Sargo pero en el caso de la dorada el objetivo es el premio… pescarla.
A lo largo de la temporada tan sólo soy capaz de pescar 2 o 3. Es un pez muy desconfiado y muy rápido, en cuanto te ve, aunque sea de lejos, sale disparado en dirección contraria. Por ese motivo tan sólo lo puedes pescar por sorpresa, es decir, cuando te lo encuentras detrás de un roca o dentro de un agujero. El disparo es siempre un equilibrio entre velocidad y puntería, si te precipitas fallas y si apuntas demasiado rato… se va.
Exactamente lo mismo que las operaciones de Trading.
Pero antes de seguir con lo que os quiero contar también se parecen mucho en otros ámbitos…
Los primeros días bajas mal y te sientes raro y esto no cambia hasta que llevas ya varios días en el agua.
Las primeras bajadas del día estas bastante torpe
Si no has dormido bien… ni lo intentes, no bajarás más de 5 o 6 metros
Si no estas 100% concentrado en la pesca no vas a pescar nada
Imagino que estos puntos también os son familiares cómo referencia al trading
Volviendo al tema que os quería contar…en el trading, de entrada, debemos saber la dirección, es decir, hacia dónde va el precio, eso es lo primero, si no lo sabemos no hace falta que hagamos nada ya que estaremos en el casino.
Pero eso sólo es la primera parte de la ecuación, ahora toca apuntar y disparar.
Si entras demasiado pronto puedes sufrir un retroceso en el precio y tener un salto de Stop para ver cómo luego el precio hace lo que habías pensado.
Si disparas demasiado tarde porque esperas tener más seguridad en la operación, tu ratio Riesgo/beneficio empeora y puedes encontrarte posicionado en una operación que esté dentro del % de las que saldrán mal y tu stop está muy lejos.
En el siguiente ejemplo te muestro una operación que realicé el pasado lunes sobre el CL.
Déjame primero que te ponga en contexto, estoy de vacaciones y abrí el ordenador en un rato “tonto” que tenía. No analicé en profundidad el gráfico y tan sólo vi que el precio iba hacia arriba… disparé. Cómo puedes ver en el gráfico disparé demasiado pronto y una vez dentro gestioné mal la operación… finalmente la cerré aceptando pérdidas. La precipitación no me permitió darme cuenta de que la barra alcista previa a mi disparo era del todo exagerada y por lo tanto era probablemente una trampa.
Dos días más tarde el precio tocó el punto exacto dónde estaba el profit.
Ayer hice una operación, mucho menor, en el Nasdaq y esta vez si fui capaz de analizar correctamente el gráfico y esperar al punto exacto de entrada.
Vi que después de una subida enorme el Nasdaq acabaría atacando los máximos anteriores (línea azul superior). La entrada se hizo después de que el precio entrase y fuese rechazado en una ineficiencia de mercado… el sitio exacto.
Cómo en la pesca de Doradas, en el trading hay que buscar el equilibrio entre rapidez y paciencia. De nada sirve saber la dirección si no sabes en que momento disparar y para ello debes comprender cómo se mueve el precio y que tipos de barras realiza previo a un movimiento.
Adicionalmente, el trading y la pesca submarina requieren de entreno. Si no estudias y practicas, jamás serás capaz de saber la dirección de un activo del mismo modo que no serás capaz de tener la técnica necesaria para pescar.
Por cierto, lo que me ha ocurrido hoy es que se me ha escapado una dorada… disparé demasiado rápido.
Un abrazo,
Jordi,